Cuando aprendemos algo, somos felices. ¿Saben por qué? Porque nuestro cerebro genera la hormona responsable de nuestros sentimientos positivos: la endorfina. En este texto, les cuento cómo combinar endorfinas y español.
Ser feliz aprendiendo
Conozco a mucha gente, entre ellas, a mis estudiantes que son increíblemente felices cuando aprenden español. Si hacemos la relación lógica entre cómo se producen las endorfinas en nuestro cuerpo y comenzar a estudiar algo que nos gusta mucho, la respuesta de por qué nos ponemos tan alegres luego de un curso es más que clara.
Qué es la endorfina
La endorfina es un neurotransmisor, encargado de provocar sentimientos de placer. Es una sustancia endógena de nuestro organismo que nos ayuda a sobrellevar sucesos difíciles, a la vez, que a fundar circunstancias de felicidad. En definitiva, estas hormonas, fundamentales en nuestro bienestar, se encargan de estimular nuestro cerebro para que nos sintamos bien y felices.
Cómo combinar endorfinas y español
Existen muchas formas de liberar endorfinas y gran parte de ellas están relacionadas con aprender. Aquí mismo, les enumero las razones principales vinculadas, en este caso, con aprender español:
Reír
Cuando aprendemos una legua, debemos reírnos y debemos hacerlo, si es posible, a carcajadas. La risa tiene que ver con la alegría de la vida y eso se logra, por ejemplo, cuando disfrutamos haciendo algo que nos gusta. A mí me da mucho placer ver cómo mis estudiantes avanzan y sienten mucho orgullo por sus metas cumplidas mientras aprenden.
Encontrarse con frecuencia con las amistades y la familia
Al momento en que un curso comienza, es necesario que haya química entre una persona que enseña y otra que aprende. Si no sucede eso, el aprendizaje se complica. ¿Acaso no es cierto que hemos aprendido más cuando estrechamos un lazo humano durante nuestras clases? Tengo estudiantes que conozco desde hace años y, para mí, ya son mi familia, mis amistades queridas.
Reservar tiempo para nuestras actividades preferidas
A medida que pasa el tiempo, las responsabilidades normales que nos tocan en esta vida, a veces, hacen que dejemos de lado las cosas que nos gustan, que nos dan placer, que incitan a nuestro organismo a liberar emociones positivas y bellas. Siempre es necesario reservar un espacio en nuestro día para leer, mirar cine o series, cuidar las plantas y a las mascotas de la casa, organizar nuestras colecciones, y, entre otras, ¡aprender español o cualquier lengua que tengan ganas de conocer.
Tener una actitud optimista
Está comprobado que la negatividad no sirve de nada. Por eso, es importante mantener una forma positiva de enfrentar provechosamente las vicisitudes de la vida. Desde mi punto de vista, aprender tanto de los errores como de los aciertos permite enriquecer nuestras experiencias. ¿Para qué? Justo para intentar no repetir frustraciones o situaciones que podrían llegar a lastimarnos. Aprender una nueva lengua nos ayuda a superar nuestros fracasos porque nos llena de fuerzas para seguir adelante, además de que logra que nuestros neurotransmisores funcionen magníficamente.
Traer a la mente momentos de felicidad
Pocas ocasiones nos hacen poner tan felices y sonreír casi al instante como cuando recordamos intervalos que nos han hecho sentir dicha, segundos significativos, de esos que nunca se olvidan. Un viaje memorable, una comida deliciosa, una película alucinante, una situación cómica, ¡una clase de español! Participar de un curso que nos genera endorfinas consigue que aprendamos mucho mejor, que la memoria aumente, la confianza se fortalezca y tengamos más apertura a tomar alternativas y desafíos nuevos.
A mí me encanta enseñar español. Como dicen acá en México, me lleno de “buena vibra”. Cada clase, es para mí no sólo un desafío, sino también una oportunidad inédita para crear un acontecimiento diferente, original, nunca experimentado, una gran chance para combinar endorfinas y español.
Cuando doy clases, mis endorfinas se liberan y se renuevan constantemente porque reúno las cinco formas de hacerlo: me río, me encuentro con personas que quiero, pongo en práctica una de mis tareas favoritas, conservo una actitud positiva, y todo, todo lo guardo en mi cabeza para recordarlo siempre.