También en Perú hay noticias de que habitantes de aquella época prehispánica comían algo muy similar llamado «pisancalla. De aquí, fue exportado a Argentina como pochoclo o pororó.
Ahora bien, el origen de la palabra pochoclo parece más incierta. Leí en un blog muy simpático una deducción interesante que había sacado el autor: afirma, que hace años atrás, existía una publicidad con la palabra pop-choclo, es decir, la traducción del inglés pop-corn. Entonces, después de un tiempo, por cuestiones fonéticas, se perdió la p y quedó como pochoclo.