Un evento extraordinario

por Maryse Koshoedo

Voy a contarte un evento extraordinario, o por lo menos, que me parecía poco probable que me pasara…

El verano 2019, estaba en Berlín para hacer una pasantía en una empresa de estadística. Había decidido de hacerla allí para mejorar mi alemán. Mi mejor amiga de la infancia había llegado a Berlín para verme y descubrir la ciudad. Durante su primer día quería mostrarle una plaza más o menos famosa de la ciudad: el “Boulevard der Stars” o “Bulevar de las estrellas”. Es una imitación de la calle en Hollywood donde los y las artistas del cine tienen sus estrellas con las huellas de sus manos.

Boulevard der Stars

Quiero decir que, durante este tiempo, el “Boulevard der Stars” en Berlín me parecía más gracioso que impresionante porque no conocía a ningún artista del cine alemán (y es todavía verdadero).

Para mí era como ver la versión menos interesante de las estrellas en Hollywood. Pero estaba en Berlín y no en Hollywood y el barrio donde estaban las estrellas estaba lindo.

Ese día había mucha más gente de lo habitual. Muchas personas estaban esperando fuera del cine y a la entrada del cine había una gran alfombra roja, como hay en Cannes, durante el festival.

Había una vez en…Berlín

El cartel del cine era “Había una vez en Hollywood”, y mi amiga y yo pensábamos que la gente había venido a ver la nueva película de Quentin Tarantino. Era mucho mejor que eso, había venido porque los actores de la película, es decir, Brad Pitt, Leonardo DiCaprio, y el director del filme, estaban ahí para presentarla. ¡Nosotras también la habíamos visto esedía!

Un evento extraordinario de mi vida Había una vez en Hollywood
Foto: https://www.leercine.com.ar/

Ver tres estrellas mundiales del cine en Berlín, una ciudad no conocida por mí por sus actores, pero más por su historia durante la Guerra Fría y su muro, me parecía completamente un evento extraordinario (o como lo dije, poco probable).

Por eso, además de todo lo que he descubierto en Berlín (es una ciudad mucho más maravillosa de lo que pensamos), esta experiencia fue la guinda sobre el pastel.

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