#8M

Ayer fue el #8M en todo el mundo. Sin embargo, hay muchos lugares de este mundo, donde las personas no tienen derechos, como las mujeres. Allí, no hubo ninguna manifestación ni visibilización de lo que les pasa. En cambio, en la Ciudad de México, y pese a todo, vivimos el 8M. Lo vivimos en español, con emoción y solidaridad.

Dedicado a esa parte del mundo, que no puede ni siquiera manifestarse, y a la caricatura de Godin en Le Devoir, que inspiró este texto.

La emoción

Cada vez que voy a la marcha del #8M es, absolutamente inevitable para mí no emocionarme, no conmoverme. La fuerza de las mujeres reclamando justicia suena más fuerte como un rayo en medio de una tormenta.

Allí, millones de mujeres mexicanas o extranjeras, que están en México de paso, se unen para compartir el dolor de la pérdida, el miedo por lo que puede llegar, y las ganas de que la igualdad sea sólo fuente de paz, y ya no de violencia extrema. Esas mujeres, en esta ocasión, estuvieron, más que nunca, acompañadas por sus familias, amistades, afectos.

La solidaridad

Este 2023 se reportó la mayor cantidad de hombres participando, comparándolo con años anteriores. Esto es un verdadero avance. La demanda por tener una existencia segura no es tan sólo una cuestión que deben procurar las mujeres. Igualmente, había personas de muchas comunidades: indígenas, afrodescencidientes, LGTBIQ+, universitarias, trabajadoras, entre otras.

La vida sin violencia nos concierne a todas las personas que estamos en este planeta. No importa en qué parte vivamos. Yo vi gente de distintas edades, colores de piel, países de procedencia, etnias, y clases sociales (aunque las clases más bajas fueron un porcentaje bastante menor).

#8M en Ciudad de México.

La emoción y la solidaridad juntas

En esta marcha #8M, tuve la enorme suerte y felicidad de coincidir con tres de mis estudiantes quebequenses de español: Jean, Marine y Kariane. Para mí, fue divino revivir un poquito mi vida en Montreal, pero, ahora, en México, y siendo argentina nada menos que en el Día Internacional de los Derechos de las Mujeres.

Un #8M pleno de emoción, solidaridad, México, Quebec, Argentina. 🙂

Tres momentos se me cruzaron: la empatía gigante que tengo con la gente de Quebec (y que amo), lo que aprendo día a día aquí en México sobre un país en crisis, y la compañía a la distancia de mis amigas, amigos, amigues de Argentina.

De verdad, agradezco el haber compartido. Gracias, totales a Juan, Marina y Karina, también a Gen, Pierre, Stephen, Caroline, François, Valérie, Chantal, Dimby e Irina, a la distancia, además de a mi querida y estimada Ceci, y, por supuesto, a mis argentos y argentas desde el fin del mundo.

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