La voz «Pascua» tiene una etimología muy variada. A mí, personalmente, me encanta conocer el origen de las palabras. En este caso, el vocablo en cuestión se enlaza directamente con la primavera. Por eso, he decidido llamarlo equinoccio de Pascua.
Saltar o pasar
La Pascua o saltar, pasar, del hebreo «pesaj», retrata la liberación del pueblo judío de la esclavitud de Egipto. Sin embargo, antes de Moisés y su salto a la libertad, la comunidad hebrea festejaba el “salto a la primavera”. Esta fiesta se celebraba con una cena, denominada séder, que contaba con un manual donde se explicaba el orden que había que seguir en el ritual.
Raíces unidas
Del latín eclesiástico “pascha”, y con el mismo principio lexicológico, en francés se dice «Pâques», en holandés, «Pasen», y en turco, «Paskalya». Como a muchas lenguas las une el mismo inicio, entonces, es más factible afirmar que en el origen del origen lo que las personas elogiaron fue la luna brillante, 4 o 5 meses lunares después del solsticio de invierno, es decir, la primavera.
En alemán y en inglés, el asunto comienza por otro lado, pero un poco más incierto. No existen fuentes irrebatibles sobre “ostern” de la lengua germana y que luego pasa a “easter”, del idioma anglosajón. Una de las teorías más aceptadas peŕtenece a Bede. En el siglo VII, este erudito afirmó que la denominación provenía de una diosa del amanecer, Eostre, ya que la fiesta de esta divinidad se alababa en el equinoccio de Pascua o primaveral.
Conflicto geográfico
En Argentina, al igual que en la mitad del mundo, durante la época de Pascua, no comienza la primavera, sino el otoño. Entonces, la pregunta es inevitable. Más allá de la costumbre cristiana de celebrar “la última cena (séder)” de un hombre judío llamado Jesús, pues todo sucedió justo en estos días, ¿habrán sabido los seres humanos de aquellos tiempos, residentes del hemisferio sur, que todo esto tiene que ver con la festividad del magnífico equinoccio de Pascua? Como dicen aquí en México, ¡quién sabe!