Pudín de desempleado

Pudín de desempleado o pouding chômeur à la Mijoteuse es la deliciosa receta quebequense que nos comparte la divina y única, Véronique, una de las estudiantes de La vida en español. ¡Tomen nota y no se pierdan este postre de Quebec!

Porciones: para 8 personas

Preparación: 15 minutos

Cocción: 3 horas con 15 minutos

Congelación: sí se congela

Conservación: tres días en el frigorífico

pudín de desempleado
Pudín de desempleado. Foto: https://canadianfoodfocus.org/

Ingredientes

Para la salsa

2 tazas azúcar moreno

1 taza de crema de cocción 15%

1/2 taza de agua

2 cucharadas de mantequilla

Para el pudín

3/4 taza de mantequilla

3/4 taza de azúcar

2 huevos

1/2 taza de leche

1 cuchara de extracto de té de vainilla

1 1/2 taza de harina para todo uso

1 1/2 cucharada de té de polvo de pasta

Una pizca de sal

Preparación

1) En una sartén, a fuego medio, mezclar todos los ingredientes para la salsa y llevar a ebullición. Dejar cocer durante dos minutos y, luego, verter esta mezcla en el fondo de una olla de cocción lenta.

2) Utilizando la misma sartén, derretir la mantequilla con el azúcar y, después, retirar del fuego. Agregar los huevos y bata vigorosamente para incorporarlos. A continuación, añadir la leche y el extracto de vainilla y luego mezclar.

3) Adicionar la harina, el polvo de pasta y la sal, luego, revolver para obtener una mezcla completamente homogénea.

4) Verter la mezcla directamente en la salsa, sin remover.

5) Cocinar a baja intensidad durante tres horas.

6) Servir caliente o tibio con helado de vainilla.

Texto de acompañamiento para el pudín de desempleado

Según lo que investigué, este famoso postre quebequense tiene su origen en la crisis de Neuva York en 1929. Entonces, podemos decir que esta preparación ¡tiene casi 100 años! Parece ser que, ante los pocos recursos que existían en la provicia de Quebec, las mujeres trabajadoras comenzaron a hacer este plato. Por cierto, esta idea culinaria de emergencia tenía que ver con el masivo despido de trabajadores. Es más fue por ello que utilizaron ingredientes fáciles de conseguir como harina, azúcar, agua y manteca.

A mí me encanta conocer recetas de todo el mundo, aunque, para decir la verdad, ¡no cocino bien ni un huevo frito! También, les cuento, que, debido a que viví 2 años en Montreal, este pudín de desempleados que no conocía me hace completar más la historia de una de mis ciudades preferidas en el mundo.

Gracias mil, Verónica.

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