La historia oficial es, para mí, la mejor película argentina que he visto. Y lo es, no sólo por el arte cinematográfico del enorme Luis Puenzo, sino también por la sutil denuncia que hace la cinta.
La historia oficial es, para mí, la mejor película argentina que he visto. Y lo es, no sólo por el arte cinematográfico del enorme Luis Puenzo, sino también por la sutil denuncia que hace la cinta.