
Aprender un idioma nuevo es como aprender a atarse los zapatos
Aprender un idioma nuevo es como aprender a atarse los zapatos. Yo no me acuerdo de cuándo pasó, pero un día aprendí a atarme los zapatos. Un día, todas las personas aprendemos a atarnos lo zapatos. Un día, comenzamos a hablar, sea nuestra primera lengua o una nueva.













